Call me Grey, Christian Grey.

Pocas prendas para hombre vienen acompañadas con tanta actitud y masculinidad sin filtrar como una chaqueta de cuero. Sinónimo de punks, pilotos, motocicletas y Marlon Brando, la chaqueta de cuero es no sólo un clásico; sino (como yo) soprendentemente versátil.

En resumen, necesitás una.

Los hombres han estado usando pieles y cueros desde que nuestros nudillos dejaron de rozar el piso por primera vez; pero, la chaqueta de cuero, como la conocemos hoy, comenzó a destacarse a principios del siglo XX. Los primeros aviadores y los militares usaron chaquetas de vuelo de cuero marrón, sobre todo la Fuerza Aérea Alemana en la Primera Guerra Mundial.

El primer estilo de apariencia contemporánea llegó en 1928. Un fabricante de impermeable de Manhattan, Irving Schott, diseñó una chaqueta de motocicleta para Harley Davidson. Apodado el "Perfecto", después de su cigarro favorito, esta chaqueta de cuero fue construida para proteger al usuario de los elementos y accidentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, la chaqueta de vuelo se hizo conocida como la "chaqueta de bombardero" y estaba muy aislada y apreciada por su calidez.

Hoy en día, esta indispensable pieza es una de las adiciones más caras que podemos hacer a nuestro guardarropas, así que no seás un rebelde sin causa, y hacé la inversión. La chaqueta de cuero es una de las pocas relaciones a largo plazo que vas a tener en lo que respecta la moda. Sino te considerás un Danny Zuko, está bien - hay muchas formas de utilizarlas.

Por mi contextura, alto (1.79 m gracias), delgado y de ancha espalda, compré hace ya 4 años una "racer jacket". Esta es fácil de utilizar y complementa muy bien el cuerpo. Es una excelente opción para resaltar hombros anchos. Esta es una silueta sencilla, por lo que es recomendable combinarla con elementos básicos como jeans y camiseta simple (plain tee).

Gorra: Bershka

T-shirt: H&M

Jeans: Zara Men

Tennis: Adidas

Jacket: Idle Man

Lentes: Rayban

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